La Pederastia vista por una Catequista
La Pederastia es uno de los delitos más infames del mundo, porque se aprovecha de la superioridad psicológica sobre los niños. Los niños son más fácilmente manipulables y se les puede guiar a realizar este tipo de actos.
Jesús dice a los niños que se acerquen a Él. No por ser pequeños o inocentes sino por ser vulnerables, influenciables y manipulables.
Yo sé que mis actos o mis palabras pueden influir en mis niños de catequesis. Por eso siempre hablo de la igualdad de hombres y mujeres, de que no hay color de chico o color de chica, de lo importante que es el respeto a toda la Vida que Dios nos ha dado.
Los datos que dice el Gobierno sobre la pederastia, me parecen exagerados. Aparte, de que una sola persona puede hacer mucho daño.
Sí que tengo que criticar el silencio cómplice de ciertos eclesiásticos, que miraron hacia atrás. Pero eso fue hace muchos años cuando el ostracismo imperaba y se obligaba a los chicos a ser curas, sin tener vocación. También actualmente hay algún miserable que realiza este pecado inmundo
Yo, como católica, aborrezco que las personas con un compromiso tan íntimo con Dios hagan estos actos deleznables.
Con todo, la Pederastia se da (mayormente) en el ámbito familiar: Padres, tíos, primos y familiares varios. Ampliando el círculo están los monitores, profesores y, por supuesto, sacerdotes. Pero estos últimos no son la mayoría, como nos quiere hacer ver este estado laicista. Hablo de laicista y no de laico. Los laicistas se empeñan en manchar la Iglesia, dando datos falsos.
Si hablamos de la pederastia en otras religiones, sería un no parar. En el Islam es fácil casar a niñas a la fuerza. En otros sitios, la ablación del clítoris es lo más normal del mundo. En otras denominaciones cristianas, también existe la Pederastia, claro está. Pero, eso no sale en las noticias.
Desde la llegada de Benedicto XVI y más tarde Francisco, las cosas están cambiando. Sacerdote, monje o lo que sea, al que acusen de pederastia, se le retira y se le manda a la justicia secular.
¡Ojo! Que hay falsas acusaciones con inquinas intenciones. No todos los acusados de pederastia lo son. Pero basta que salgan en la tele, para que les arruinen la vida para siempre. La presunción de inocencia no funciona, ni para el maltrato ni para la pederastia, ni en realidad, para ningún delito.
A mí me preguntan si soy feminista. Pues si, pero no feminazi. No creo en la superioridad ni en la inferioridad de las mujeres. Creo en la igualdad, en la educación y en el respeto a todos los seres vivos.
La vida es un don de Dios, y hay que protegerla. Y los niños, están empezando su camino, no se le puede truncar
Yo rezo todos los días para que acabe el sufrimiento de tantos niños, en las guerras, por todos los niños enfermos y por todo aquél que se encuentre en riesgo de exclusión: sea por su físico, por su orientación sexual, por su religión, o por ser el listo de la clase. Todos tienen que seguir su camino, orientado por adultos responsables, para que después sean hombres de provecho.
Pienso que la educación es la base para evitar este tipo de delitos. Y, por supuesto, la denuncia.
Un saludo en Cristo.
M. CARMEN HERRANZ GIMENO
Catequista en Valencia de la Iglesia Católica.