Donde va la Iglesia de Cristo
Grandes preguntas surgen en nuestra cabeza. ¿Nuestro corazón está frío en la soledad de una Iglesia olvidada y desamparada? Iglesia que no es escuchada. Iglesia que muy poco dice.
La Santa Iglesia se entretiene en sí misma, en un gran parque de atracciones curiosas, pero todas a punto de ser olvidadas y despreciadas por un mundo radicalmente preocupado por el dinero y también por su misma subsistencia.
Muchos de los pocos cristianos practicantes, entretenidos en los últimos inventos de un fariseísmo agrietado y arruinado que es víctima de su propio y contradictorio pelagianismo. Esto, ¿a qué joven interesa y qué viejo no lo desprecia?
La oferta del jesuitismo de hace años que ciertamente fracasó y también la de los ‘caminos’ y de las ‘legiones’ de sus mal imitadores que también pretendían controlar las conciencias y, así, dominar, desde arriba, a la sociedad por cristianizarla, es evidente.
La sociedad que tenemos no nos gusta. Ni las contradicciones de la izquierda, ni la ignorante ambición pseudo-burguesa del centro/derecha, ni el burgués y arqueológico salvajismo de la ultraderecha.
¿Cuál es, realmente y efectiva, la propuesta cristiana? En el Reino de España, la jerarquía o es tan diversificada que no sabes lo que dice, o tan callada como una ostra. Todo ello es muy diferente y contradictorio con lo que nos llega de la CE Italiana y del Papa Francisco, aquí poco escuchado y menos apreciado.
Y una pregunta: ¿Esta querida Iglesia de Cristo de nuestra casa, despertará, algún día, para anunciar algo tan concreto, tan preciso y tan católico como es el Evangelio de Cristo Jesús?
Mons. Jaume GONZÁLEZ-AGÁPITO
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