La medida del tiempo en la época de Jesús
Estamos acostumbrados a medir el tiempo en 365 días, pero en época judía y romana no se medía el tiempo así. Los judíos, que han mantenido la tradición secular, tienen un calendario lunar. Los meses van desde los 29 a 30 días.
Cada mes se rige por el calendario lunar, tal y como he dicho: luna nueva, cuarto creciente, cuarto menguante y luna llena. El mes de diciembre correspondería con el mes Kislev, que sería sobre Noviembre–Diciembre. El año hebreo sigue las cuatro estaciones, y hay de 12 meses, a 13 en año bisiesto.
Los judíos tenían muchas normas, tal y como criticaba Cristo. El Sabbat no se podía hacer nada, y se contaban los pasos. Esto aún no hacen los judíos ultra ortodoxos.
Tenían miedo de pisar una tumba, porque daba mala suerte. Y así, infinidad de normas que hacía que tuvieran una vida, totalmente reglada
Por supuesto, la comida era otra de sus normas, antiguas y modernas. No podían comer marisco (qué suerte sentarse a su lado en una fiesta), ni tampoco cerdo, que era un animal considerado impuro. No podían cocinar dos alimentos en el mismo sitio. Por eso, tenían que hacer dos fuegos para cocinar Se llama kosher y ha llegado a nuestros días.
Por otra parte, los romanos antiguamente fijaban los meses en 29 días o 30 días. ;Después se dividió en horas.
Annus significa anillo, porque pensaban que el tiempo era cíclico. Después por influencia griega pasaron a medir el tiempo en 12 meses con 368 días. Comenzaban en primavera (Martes, dedicado a Marte). Si faltaba algún mes se le llamaba mercedenoius.
También estaban las calendas, nonas, el noveno día y los idus. Las calendas eran las semanas de 9 días y los idus el primer día de la tercera semana. Después, en este complicado calendario, existían los días fastos y los nefastos. Estos días se publicaban en el foro y en diferentes espacios y edificios públicos, Los primeros días se podía hacer cualquier cosa. Los segundos días serían como las fiestas religiosas actuales.
San Silvestre no era un santo que le gustara el deporte, precisamente, Fue un papa que pasó diferentes vicisitudes (incluido un arresto). Ayudó a mejorar la imagen pública de la Iglesia.
Con lo cual tenemos que en época de Cristo, convivían feliz y confraternalmente los dos calendarios.
Por esa razón no sabemos cuándo nació Cristo, cuándo vinieron los Reyes y el resto de la historia de nuestro Señor.
En realidad, poco importa, sólo son datos. La fe no tiene que estar basada en hechos cronológicos ni históricos, porque precisamente cuando uno tiene fe en algo no necesita nada más que confiar. Y yo confío en Dios, y tengo una fe inquebrantable, a pesar de que la vida me ha dado más de una buena bofetada. Yo pongo la otra cara y ya está.
Os recomiendo rezar todos los días un rato. Relaja mucho, ayuda a la tranquilidad, a la sinapsis cerebrales y a mantener un vínculo que jamás se va a romper, porque dura hasta la eternidad.
Un saludo en Cristo
M. CARMEN HERRANZ GIMENO
Catequista en Valencia de la Iglesia Católica.