Los niños y la enseñanza de la Fe
Han pasado ya 2024 años y no estamos en la época de Jesús. No podemos seguir literalmente la Biblia porque entonces las mujeres nos tendríamos que cubrir y habría mortandad de niños y de mujeres.
Adaptar el Rito Litúrgico
El rito litúrgico se tiene que adaptar. No es igual el entendimiento de un adulto que el de un niño. No se le puede dar un filete a un niño; igualmente la misa de adultos es inteligible para ellos.
¡Dejad que los niños se acerquen a mí. Porque de ellos es el reino de los cielos.
Los niños son fácilmente manipulables. Son como plastilina en manos de los catequistas y sacerdotes. De un sacerdote implica el que vayan los niños, que después se harán adultos, a misa.
Es muy visual, nosotros atendemos más a los colores que a las palabras. A los niños de primero de catequesis se les enseña a través de dibujos y de palabras básica para que entiendan.
Por ejemplo, en mi caso, les he dicho que cuando hay lucecita encendida en el Sagrario es que está Jesús dentro. Y así, cuando van a la iglesia, lo primero que hacen es mirar si está Jesús.
Pocas palabras con gran significado. Esos niños, que no han ido nunca a la iglesia, tienen que ser educados con mimo, con paciencia y con alegría. Siendo consecuentes tanto de palabra como de acción.
Para muchos adultos el cristianismo es un píldora difícil de tragar. La Santísima Trinidad, el que Dios se haya hecho hombre, la transubstanciación, la virginidad de María, etc, etc, etc.
Si para nosotros es complicado, para los niños aún lo es más. La catequesis mediante el juego, se hace más fácil. No hay que complicarse la vida. Tratemos de meternos en la cabeza de los niños, hagamos un poco la cabra loca (hasta que la edad nos lo permita, claro) e iniciemos en ellos el camino de la fe.
Un saludo en Cristo.
M. CARMEN HERRANZ GIMENO
Catequista en Valencia de la Iglesia Católica.