El decoro en la Iglesia

Estaba yo mirando la tele y salió una chica indignada porque no le habían dejado entrar en la catedral de Sevilla vestida con una especie de top tipo bikini. Dijo que había salido otra chica igualmente vestida y no le habían dicho nada. Supongo que al vigilante se le coló.

Hablaban de que era un monumento. Pues no: es un templo religioso. Un monumento es la Torre del Oro, la Alhambra, la Lonja de Valencia, los castillos varios etc. etc. etc.

Menos mal que había gente juiciosa que decía que  para entrar en un templo hay que ir vestido decentemente. No hay que ir vestida de monja.  

Pero ni tanto ni tampoco. Recuerdo una comunión en que una de las asistentes llevaba un escote, que se le veían los senos cuando se movía. Debía de pensar que estaba en una discoteca.

Yo el único problema que he tenido fue un día que fui  a Santa Catalina y me dijeron que me quitara la gorra. Cosa que me extrañó pero las normas son las normas

Si uno va al teatro, no va a ir en pantalón y chanclas.

Y, desde luego, da asquito la gente que va sin camiseta y se sienta en una silla.

El sentido común es el menor de los sentidos. La gente confunde las churras con las merinas.

Cierto que los templos son obras de arte. Pero básicamente son lugares de culto, en los que técnicamente se va a rezar. Que luego sean más o menos artísticos, que tengan pinturas, retablos, baldaquino,  o cualquier elemento religioso delicadamente pintado o esculpido, es lo de menos.

Como bien se decía, si vas a una mequita, tienes que descalzarte, cubrirte la cabeza y el cuerpo.

Si no lo haces, no entras. Fin de la cuestión

Recuerdo un Pekín Exprés, en el que una pareja se dio un beso casto, y les echaron del templo budista.

Parece que los católicos somos unos extremistas y eso no es cierto. Yo voy a la iglesia, más o menos como cuando voy a tomarme algo. No soy partidaria de las transparencias y de indumentaria corta, que deja ver lo que no se tiene que ver

Por eso, debe de pesar más lo religioso que lo artístico. A fin de cuentas, Dios es el protagonista, no los hombres.

Y como a Dios no le importa si llevo falda o pantalón, camiseta o camisa…. pues arreando que es gerundio.

Saludo en Cristo.

M. CARMEN HERRANZ GIMENO

Catequista en Valencia de la Iglesia Católica.

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