Guardián Musulmán del Santo Sepulcro de Jerusalén

El Santo Sepulcro es el lugar más sagrado para el cristianismo, porque fue donde Jesucristo fue enterrado y resucitado al tercer día.

Guardián Musulmán del Santo Sepulcro de Jerusalén

Pasando por la puerta principal, puedes encontrarte con este caballero discretamente sentado, casi desapercibido en medio de la constante corriente de peregrinos.

Curiosamente, no es cristiano. Aunque no profesa el cristianismo, juega un papel crucial: es Wajeeh Nuseibeh, guardián del Santo Sepulcro y líder de la familia musulmana más antigua de Palestina.

Su familia, los Nuseibeh, dicen ser descendientes del Profeta Muhammad, lo que añade aún más prestigio a su larga tradición de servicio. Los Nuseibeh tienen la responsabilidad de cuidar al Santo Sepulcro desde el siglo VII.

Esta conexión histórica comenzó cuando el califa Omar, después de la conquista de Jerusalén, encomendó a la familia Nuseibeh la tarea de cuidar las llaves del lugar. Desde entonces generación tras generación mantienen la tradición de abrir y cerrar diariamente las puertas del Santo Sepulcro.

En el siglo XII, durante el gobierno de Saladino, la familia Joudeh fue añadida a esta responsabilidad.

Después de recuperar Jerusalén de los cruzados, Saladino decidió que la familia Joudeh estaría a cargo de guardar las llaves, ayudando a evitar disputas entre las varias confesiones cristianas que adoraban al Santo Sepulcro.

Así, las familias Nuseibeh y Joudeh continúan, hasta el día de hoy, desempeñando un papel central en la preservación y protección de este lugar sagrado, que simboliza la convivencia y el respeto entre las religiones.

Fuente: Página Orientalidades

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