Solicitud de devolución de la Puerta de Babilonia
En 2013, Zeidoun Alkinani, un estudiante iraquí en Londres, protestó en el Museo de Pérgamo de Berlín arrodillándose frente a Ishtar Gate sosteniendo un cartel que decía «Esto pertenece a Irak».
La Puerta, uno de los más grandes símbolos de la antigua Babilonia, fue trasladada a Alemania a principios del siglo XX después de las excavaciones en la región del Éufrates.
El gesto de Alkinani representó el llamado de Irak para la devolución de sus artefactos históricos, una petición que se ha hecho durante años pero ignorada por el gobierno alemán.
Muchos se preguntan si Irak, después de décadas de conflicto e inestabilidad, podría garantizar la seguridad de estos activos culturales. La destrucción de importantes yacimientos arqueológicos por Daesh entre 2014 y 2017, refuerza estas preocupaciones, ya que el grupo salafi ha arrasado museos y monumentos históricos, incluyendo lugares del patrimonio mesopotámico. Incluso con la derrota de Daesh, situaciones como estas se pueden repetir.
Los museos occidentales argumentan que la preservación de estos artefactos asegura su preservación y accesibilidad al público mundial, especialmente en tiempos de inseguridad en sus países de origen.
Así, el debate sobre la devolución del patrimonio cultural implica no sólo cuestiones éticas e históricas, sino también el riesgo real de pérdida y la capacidad de protección. Este es un tema que sigue generando intensas discusiones sobre el escenario internacional. Sin duda, es una discusión que involucra varios factores.
Fuente: Página Orientalidades
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