Nuestra temporalidad humana
Vivimos en una condición temporal tan urgente que casi siempre no tenemos tiempo para nada, pero, también queremos tiempo para hacerlo casi todo.
Aquí aparece también la gran «‘ironía»’» teológica paulina: llorar como si no lloraras, casarte y como si no tuvieras esposa, comprar como si no fueras el dueño, etc.
Por Monseñor JAUME GONZÁLEZ-AGÁPITO